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Teemo solía regirse por un código. Desde entonces, ha olvidado lo que era e incluso lo que comenzó la lucha, pero hay dos cosas que sí recuerda: que nadie es inocente y que siempre salda tus cuentas.
Teemo solía regirse por un código. Desde entonces, ha olvidado lo que era e incluso lo que comenzó la lucha, pero hay dos cosas que sí recuerda: que nadie es inocente y que siempre salda tus cuentas.