Advertisement

Jhin despertó como Empíreo con una sensación que nunca antes había experimentado: una calidez verdadera. Regocijado por tener ese poder, prende en llamas a inocentes solo con el chasquido de sus dedos. Y por fin, ¡una musa digna de inspirarlo! El saber que ''ella'' lo está matando lentamente lo cautiva aún más. Si tan solo pudiera hallar su fuente de poder...