Tan autodestructivo como letal, Olaf infernal aceptó de buena gana la llama infernal. Entregándose a ella en cuerpo y alma, vive para servir al señor de la ceniza y destruirá todo y a todos los que se interpongan en su camino.
Tan autodestructivo como letal, Olaf infernal aceptó de buena gana la llama infernal. Entregándose a ella en cuerpo y alma, vive para servir al señor de la ceniza y destruirá todo y a todos los que se interpongan en su camino.