Nami, la portadora de la vida, se encarga de dispersar las semillas de ''Élan vital'' en los incipientes cuerpos celestes estériles que aparecen con el nacimiento de nuevas estrellas y constelaciones.
Nami, la portadora de la vida, se encarga de dispersar las semillas de ''Élan vital'' en los incipientes cuerpos celestes estériles que aparecen con el nacimiento de nuevas estrellas y constelaciones.