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Luego de un arriesgado robo a la quesería local, Twitch se sambuyó de cabeza en una rueda de queso suizo añejo y lo atraparon. Logró escapar, ¡pero con la cabeza embutida! Con el tiempo, comida y rata se hicieron uno. Al día de hoy, Twitch se deleita en su papel del ''gran queso'' del bajomundo criminal y proclama ante cualquiera que se atreva a cuestionar su dominio: ''¡Qué-sería de ustedes sin mí!''.