Advertisement

Rammus, la rueda de pinchos, antiguo guardián de las arenas, te invocamos para protegernos de un mal que nosotros mismos creamos. Que nadie pise estos consagrados terrenos, no sea que los arrolles con tu implacable caparazón.
Rammus, la rueda de pinchos, antiguo guardián de las arenas, te invocamos para protegernos de un mal que nosotros mismos creamos. Que nadie pise estos consagrados terrenos, no sea que los arrolles con tu implacable caparazón.