Advertisement

Alabada sea Su Majestad, Karma, ¡reina de la Corte Seelie de la Luz y la Belleza! Aunque su selección y posterior ascenso al trono fue una sorpresa para todos (nobles, seglares, incluso la misma Karma), es un ejemplo de aplomo y poder que vigila el cambio de las estaciones y conserva el equilibrio entre las subcortes estacionales en su eterna disputa. ¡Larga vida a la reina!