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No hay nada que le guste más a LeBlanc que lucirse frente a sus rivales de la alta sociedad en la gala festiva anual. Además, pasearse por ahí como la bruja con más estilo les enseña a esos Du Couteaus a no pasarse de la raya.
No hay nada que le guste más a LeBlanc que lucirse frente a sus rivales de la alta sociedad en la gala festiva anual. Además, pasearse por ahí como la bruja con más estilo les enseña a esos Du Couteaus a no pasarse de la raya.