Anuncio

Cada dragón que muere deja atrás un espíritu ardiente. A través de Udyr, un místico que dudaba de las antiguas historias, estos espíritus dracónicos tienen la oportunidad de volver a tocar la vida. Cree que los dragones son tan malvados como aquellos que los controlan y, al canalizar sus espíritus y sus llamas, intenta demostrárselo a los matadragones.