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La información acerca de los djinn es escasa y errónea, lo que provoca que muchos exploren los rincones más oscuros y desolados del mundo con la esperanza de encontrar a alguno que cumpla sus deseos más ridículos. En vez de eso, se encuentran ante la merced de un poderoso espíritu que no es ni bueno ni malo y que tiene una afición por las posesiones.